por Gustavo Pérez
Quizá la parte más importante de una sesión de entrenamiento, como educadores que somos, es la metodología. Se encarga del qué y del cómo debemos enseñar y en este artículo quiero analizar, por separado y resumidamente, ambas cuestiones:
EL QUÉ
Cualquier jugador de Fútbol sigue un proceso innato de enseñanza-aprendizaje de su deporte, y en cuanto cualquier elemento falla, las probabilidades de que algo salga bien se ven muy reducidas. Este proceso del que os hablo tiene tres partes. Percepción-Decisión-Ejecución, y se realizan siempre en ese orden.
- La Percepción sería el análisis de la situación, qué está pasando
- La Decisión es determinar la acción a realizar y el gesto técnico con la que se va a resolver
- La Ejecución es la práctica de la acción
Incluso podemos hacer una separación entre la táctica y la técnica siguiendo este esquema. La percepción y la decisión serían parte de la táctica, mientras que la ejecución, la técnica. Los tres tienen que entrenarse por igual.
Pero se nos olvidan dos elementos básicos que no se pueden relacionar directamente con el esquema de actuación del jugador pero que también tienen que entrenarse. Son tanto la preparación física como la psicológica. Por lo tanto, ya conocemos qué cuatro componentes primordiales hay que trabajar: Técnica, Táctica, P. Física y P. Psicológica, con lo que cada una engloba.
EL CÓMO
El «cómo debemos enseñarlo», es un poco más complicado. Por supuesto, la base del «cómo lo debemos hacer» es conocer «qué es lo que queremos enseñar», pero eso ya lo dominamos.
Así que primero, ¿qué se necesita para jugar al Fútbol? Si no os apetece pensar, os lo resumo yo: Porterías, balón, espacio-tiempo, compañeros, adversarios y reglamento. Si somos entrenadores de futbol, cuantos más de estos elementos incluyamos en nuestros ejercicios, más Fútbol enseñaremos.
Cuantos más elementos omitamos, más nos alejaremos del Fútbol y más nos acercaríamos al “sótano” o como lo queráis llamar, pero eso sí, Fútbol no es.
Una sesión de Fútbol se compone principalmente de ejercicios, que son nuestra herramienta como entrenadores para enseñar a nuestros jugadores. Pero voy a hacer una distinción en los métodos que sustentan a los ejercicios:
El método analítico mejora las acciones de una manera fragmentada con una práctica repetitiva en contextos alejados del juego. El típico ejercicio de zigzag de conos para practicar la conducción, vamos. Omite elementos necesarios del Fútbol con el objetivo de hacer más fácil el ejercicio, que a veces se requiere de ello, pero el abuso nos aleja del Fútbol y nos acerca al sótano del que os hablaba. En cambio, conseguimos un elevado número de repeticiones (si las filas son de pocos jugadores).
El método global mejora las acciones de una manera integrada en contextos próximos al juego real, buscando la mejora simultánea de la acción de juego. El método global no separa, simplifica, mantiene todos o la gran mayoría de elementos del Fútbol. Un ejercicio de 2×2 sería lo más básico que podríamos hacer con este método, manteniendo todo lo necesario para jugar al Fútbol y alejándonos del sótano.
No hay método correcto o equivocado, ambos nos pueden ser muy útiles, siempre y cuando sepamos en qué momento podemos utilizar cada uno. Aun así creo que el segundo método tiene que predominar claramente sobre el primero en una sesión estándar (80% global – 20% analítico), aunque nos puede surgir un dilema:
Imagina que tienes un jugador que es el primer año que se apunta a fútbol, y no sabe nada del deporte. ¿Le puedes poner el primer día a jugar un 3×3, un 4×3 o lo que sea, característico del método global? Lo más seguro que pienses es que no, y menos aún si sus compañeros sí que saben jugar. Para eso está la progresión metodológica. De lo más fácil, a lo más difícil.
En ese caso que he expuesto, el método analítico nos sirve para poner unas bases, como la primera toma de contacto con el balón. Pero incluso con un nivel tan bajo, los ejercicios globales o integrados también se pueden aplicar. Pongo un ejemplo de una posible solución siguiendo esta progresión metodológica de un ejercicio global o integrado:
Se empezaría con un ejercicio de conducción y pase por parejas en un campo delimitado y no muy grande, en donde estén simultáneamente varias parejas, pero cada una con su balón, es decir, sin oposición. Se irán moviendo y dando pases a la vez que se cruzan con otras parejas. Ejercicio muy sencillo en el que se practican tanto conducción como pase, además del conocido “toco y me muevo”, a percibir (estar atento a los movimientos de mi compañero, y la de las otras parejas), decidir (determinar si la posición en la que se encuentra es correcta para recibir un pase y darlo, o si hay alguien por medio aguantar el balón) y a ejecutar (pase-control-conducción como ya he dicho antes).
En mi opinión, mucho más completo que un simple zig-zag entre conos y de dificultad nada elevada. Además, solo hemos eliminado la oposición (aunque hay que estar atento a otras personas a parte del compañero), ya que las porterías las podemos cambiar por otro objetivo, como dar diez pases seguidos sin perder el balón. Según vaya avanzando el nivel, progresivamente se incluirán oposición, más jugadores, situaciones de superioridad-inferioridad…
Otro sistema que nos traen los entrenamientos integrados es el denominado “Smartfootball”. Este método busca formar jugadores creativos y autónomos, donde el buen jugador es aquel capaz de tomar y ejecutar las mejores decisiones en el momento preciso y lo más rápido posible. “De nada sirve correr 13 kilómetros. Lo importante es acertar siempre”. Todo se basa en que la sesión de entrenamiento se centre única y exclusivamente en el Fútbol. Calentar dando vueltas al campo sin ningún elemento del fútbol sería impensable.
Igualmente, sacando este calentamiento del Smartfootball y simplemente intentándolo encuadrar en toda la metodología anterior que he explicado, no cabe en ningún lugar. No es sótano, sería nivel «búnker nuclear». Pero hilando con otros artículos, si no es posible calentar haciendo uso de todos los elementos del Fútbol (no se dispone de material o instalaciones), por lo menos debe intentarse hacerlo divertido con algún juego o similar. Lo importante es que disfruten aprendiendo.