EL LICEO SOROLLA, SUBCAMPEÓN DE MADRID EN FÚTBOL ALEVÍN.
La tanda de penaltis privó al equipo de alzarse con el título. Logro histórico para el club de los chicos de Jose Mayenco.
Partidos celebrados el sábado 8 de junio en Valdemoro, correspondientes a la Final Autonómica de Fútbol 7 Alevín.
El equipo se enfrentaba a un nuevo maratón de partidos, similar al de la Fase Zonal, pero esta vez con el título de campeón en juego. Estar en la Final Autonómica ya era todo un premio pero, a medida que se fueron disputando los partidos, lograr el título pasó de ser una posibilidad a ser el objetivo. Los sorollistas se comportaron con una madurez impropia de la edad, tanto los que disfrutaron de más minutos como los que sufrían en el banquillo, y hubo momentos de juego realmente excepcional.
El primero de los 4 partidos del equipo se jugó a las 8.30 de la mañana y el último a las 13.30h, algo que debería hacernos pensar si se nos están yendo de las manos los sistemas de competición.
Primero tocaba la fase previa, un grupo que compartíamos con los representantes de Valdemoro y Campo Real. El Sorolla realizó un espectacular primer encuentro, batiendo a un gran Valdemoro por 2-0, en uno de los mejores partidos del equipo esta temporada, aunque suene reiterativo.
Con la moral por las nubes, el partido contra Campo Real se resolvió sin mayores problemas, rotando todos los jugadores, y la victoria por 2-1 nos metía directos en las semifinales y a sólo dos partidos del título soñado.
Cabe destacar que de los 4 equipos metidos en la lucha final, 3 éramos los representantes de nuestra zona: Liceo Sorolla, Torcal y Escuela Alcorcón, precisamente contra quienes sufrimos las únicas derrotas en la fase zonal de Móstoles, lo que sin duda añadía presión e inquietud.
Nuestra semifinal nos enfrentaba a Escuela Alcorcón, que planteó un partido con un esquema 3-1-2 que facilitó la presión alta de los nuestros. La línea de 3 de Alcorcón jugaba muy cerca de su propia línea de gol y para cuando se deshacían de la vigilancia de nuestro incansable punta Pelayo Arce, nuestros hombres de medio campo ya defendían en superioridad, abortando el juego por dentro del contrario.
El Sorolla, todo lo contrario, una vez recuperado el balón lo ponía en suerte hacia las bandas pillando siempre en inferioridad al rival, con un magistral Yago Santiago por la izquierda, que dio un recital de como regatear en un palmo de terreno, y Alberto Guerrero por la derecha, que era un peligro cada vez que tocaba el balón y que logró el primer gol.
Hasta 5 ocasiones clarísimas tuvieron que sucederse hasta ese gol, 3 de ellas rechazadas por los postes o el larguero. Estábamos imparables.
Alcorcón se vio incapaz de hacer jugar a su delantera (nuestra pesadilla en Móstoles), y sólo al final del partido apretó un poco más, hasta que un omnipresente y soberbio Diego Oliveros sentenció con el 2º tanto del equipo, un golpeo lleno de sed de gol y que firmaría cualquier profesional. 2-0. ¡Éramos finalistas!
Si en esa semifinal el balón no se levantó del suelo un palmo y apenas resultó maltratado, en la final contra Torcal el balón no bajó al piso en ningún momento. El juego en largo permanente de su conservadora defensa provocaba rechaces, malos controles, botes altos… a la vez que el cansancio acumulado daba paso a las imprecisiones.
Tras algún susto importante, los de Mayenco se tuvieron que adaptar a las circunstancias y el juego de control, toque y verticalidad del equipo se resintió, a la vez que hacía gigante nuestra defensa, liderada por Miguel Pérez y Alejandro Cuadrado.
Ambos equipos gozaron de buenas oportunidades pero el Sorolla fue quien puso de verdad a prueba al rival, que contó con un portero increíble al que Torcal le debe el campeonato sin ningún género de dudas.
El empate sin goles nos llevaba a una tanda de 3 penaltis por equipo. Todos anotaron el suyo, pero el tercer penalti sorollista, lanzado por Arce, se marchó alto y con él se escapaba el título. 2-3.
Mayenco nos comentaba al final que estaba orgullosísimo de los chicos. «Es el mejor grupo de jugadores que he entrenado nunca. Lo han dado todo en cada momento y sólo puedo decir que han hecho una temporada extraordinaria y que se merecen todo y más. El año que viene que nadie dude que iremos a por el título que se nos ha escapado hoy».
Desde aquí agradecer a las familias todo el esfuerzo del año y por acompañar al equipo en una aventura que nunca olvidaremos.
También agradecer a Enrique Martínez y Javier Díez, entrenadores del equipo en años anteriores, haber sido parte de este éxito.
¡¡Muchísimas felicidades y gracias por esta espectacular temporada!!