EL BENJAMÍN B, 5º EN LA FINAL ESCOLAR DE LA COMUNIDAD DE MADRID
El equipo se quedó a una sóla canasta de meterse en semifinales y tuvo que conformarse con la 5ª plaza tras derrotar a Aranjuez 19-14.
Los partidos de la Final de Madrid del pasado 12 de junio, con sede en Las Matas, comenzaron con hora y media de retraso, tras un nuevo desprecio de la Comunidad de Madrid a las ligas escolares. Alguien no hizo su trabajo y no realizó la llamada de control sobre los árbitros que debían asistir, dependientes de la Federación de Baloncesto de Madrid. Esta asegura no haber recibido la solicitud de árbitros y no envió ninguno a la Final, de tal manera que los colegios tuvieron que hacer un esfuerzo importante de contención para no plantarse y darse media vuelta, y de consenso para sacar los partidos adelante como fuera, pues alguno se negó inicialmente a jugar.
En estas finales parece que hay un empeño especial por parte de la Comunidad de Madrid en descuidarlas todo lo posible: reducción de los tiempos de juego de 32 a 24 minutos (seguimos sin explicarnos por qué se altera el reglamento para ese día), ni unos balones de regalo a los equipos finalistas (el balón de juego los pone cada colegio)…

Bien podrían llevarse estas finales a los grandes espacios deportivos de la Comunidad, que las finales sean presenciadas por jugadores profesionales…¡algo!… pero si en lugar de eso no pones árbitros y el que llega viene con prisas y sin talante alguno, la sede no tiene actas de juego ni bolígrafos y hay pistas sin banquillos, dan ganas de no volver.
Las ligas escolares, muchas tocadas de muerte tras el enorme éxodo de alumnos a las ligas federadas al tener menos restricciones sanitarias que los colegios tras la pandemia, reciben la puntilla con este tipo de negligencias.
La Final de Madrid de Volei Juvenil fem (a la que también se clasificó el Liceo Sorolla) no se convocó por falta de equipos y a punto estuvieron los peques de minibasket de no jugarla, pues de 16 equipos se pasó a 12 y luego a 8.

Se terminó jugando con el árbitro de apoyo, un padre por aquí, un voluntario por allá, partidos a toda pastilla que parecían batallas campales más que baloncesto… todo un «festival», pero no el que esperaban y merecen tantos y tantos deportistas cuando llegan a la Final de la autonomía más rica de España.
En lo que afecta a la parte deportiva, señalar que en el torneo hubo dos grupos de 4 equipos. La primera fase se jugaba en cada grupo todos contra todos, lo que clasificaría a semifinales o a los puestos de consolación.
La reducción, aún más, del tiempo de juego para recuperar el retraso acumulado no benefició a los sorollistas lo más mínimo. Acostumbrados durante 9 meses a jugar partidos de 32 minutos y a un rendimiento de menos a más, dos tiempos de 8 minutos significaba jugar entre poco y nada.
El primer duelo de nuestro equipo contra Parque Cataluña (Torrejón) se perdió 20-24, pero viendo el nivel del resto quizás ese era el partido a perder. Tras ganar el segundo partido contra Nile (Fuenlabrada) 23-15, todo quedaba pendiente del último encuentro contra Villaeuropa (Móstoles), al que ya ganamos en la Fase Zonal. Esta vez estuvimos desacertadísimos en el tiro exterior, con muy pocas opciones de bandeja, saliendo derrotados por un mínimo 12-13 y con la sensación de haber dejado escapar una gran oportunidad.
A pesar de la decepción, el equipo se repuso y ganó el partido por el 5º puesto contra Aranjuez (19-14), partido de consolación siempre complicado al bajar la motivación y acumularse el cansancio.
En todo caso, gran satisfacción por lo conseguido por este equipo en su primer año en competición, al que seguro le esperan muchos éxitos futuros.
Muchas felicidades y… ¡hasta la temporada que viene!
PD. Dos meses después de la final seguimos sin recibir un mísero mail de disculpas.
