EL ALEVIN MASC, SUBCAMPEÓN DE LIGA
El equipo, víctima de sus propios errores en el partido decisivo, deja escapar el título tras la única derrota en una temporada impecable.

LICEO SOROLLA 28 – LOS ROBLES 34
Elegido como Superpartido de la Jornada, disputado el sábado 21 de abril en el Polideportivo El Torreón, correspondiente a la última jornada de la fase local de la liga Alevín masculino de Baloncesto.
Parece mentira que el Alevín masculino, habiendo ganado los 15 partidos anteriores, necesitara ganar aún en la última jornada al segundo clasificado para proclamarse campeón. Eso o perder por menos de 4 puntos, rédito que obtuvo en el partido de ida (52-48).
Esta «final» le enfrentaba a Los Robles, el aspirante. Un equipo bastante consistente, sin estridencias, con un buen perímetro y que supo administrar pacientemente sus escasas ventajas en el marcador.
1er cuarto (7-6)
Ambos equipos salieron muy serios, controlando las acciones del otro evitando que apareciese un dominador claro en estos primeros minutos. Los nuestros buscaban presionar en toda la pista siempre que era posible, destacando en estas labores Diego Arjona, que casi siempre terminaba por los suelos peleando por cada balón, algo, sin duda, del gusto de todo aquél entrenador que mida el esfuerzo de sus jugadores en función de los moratones en su cuerpo.
Tanto control del juego se tradujo en pocos puntos y sólo los 1 contra 1 de Pablo López (8 pts) y los tiros de Bermejo (4 pts) desatascaban al equipo.
2º cuarto (14-14)
La tónica seguía parecida, pero con la entrada en cancha de Marcos Martínez (8 pts) el Sorolla se volvió más directo y el contraataque apareció por fin como una opción real de juego.
A pesar de todo, no éramos capaces de anotar canastas fáciles bajo el aro, pero las rápidas recuperaciones del balón nos mantenían en el partido, llegándose al descanso con 14-14, tras canastón al contrataque de Alejandro Garmendia (7 pts) con asistencia en largo de Martínez.
Y aquí la anécdota del partido. Desde la grada se reclamó que faltaban 2 puntos en el casillero del Sorolla, pero al leer el acta no aparecieron errores de suma ni de registro. El problema fue que la anotadora actualizaba el marcador unas veces sí y otras no, generando mucha confusión.

Por lo visto, sólo se debe actualizar en los cambios de período, lo cuál es lo más absurdo que hemos visto últimamente (esta liga no deja de sorprendernos a pesar de los años), pero la anotadora no hacía ni una cosa ni la otra y actualizaba cuando consideraba oportuno, de manera que era casi imposible saber el tanteo correcto.
Cuando se actualizó el marcador en el descanso y se vio que el tanteo de 14-14 era oficial ya era tarde para una reclamación, pues habían pasado varias jugadas y era imposible cambiar nada por falta de certeza.
Aún nos estamos preguntando a qué tipo de esfuerzo se ve sometido un anotador que le impida apuntar una canasta en el acta y, a continuación, poner en el marcador el tanteo, máxime con las escasas canastas que hubo (recordemos que el tanteo fue 34-28 no 115-94). Ante las demandas reiteradas, se tuvo que poner un árbitro de apoyo para tal fin.

3er cuarto
El Liceo Sorolla jugó forzando cada vez más sus acciones de ataque ante la inexistencia de un mínimo juego de pases. Nuestra selección de tiro era muy mala, todo lo contrario que Los Robles, que anotaban dos triples consecutivos logrando la mayor ventaja del partido hasta ese momento: 18-23.
No veíamos alternativas, no culminábamos nuestros contraataques y había que forzar las jugadas. Lográbamos tiros libres, sí, pero no se convertían y eso acabaría por costarnos el campeonato. Este período terminó 22-24 en contra y todo por decidir.
Último cuarto
El equipo salió a tope. Dos canastas seguidas dieron la vuelta al marcador y nos colocaban 2 arriba (hubo hasta 11 cambios de ganador en el partido).
A Los Robles les costaba frenar nuestras acometidas pero los recurrentes errores en situaciones fáciles y los fallos en los tiros libres ya eran una losa demasiado pesada (no convertimos los 9 que tuvimos en este período y anotamos 2 de 17 intentos en todo el partido).
A Los Robles tampoco les iba mucho mejor desde el tiro libre pero sí en los tiros lejanos y de nuevo dos triples seguidos nos dejaban en estado de shock y ponían el partido en la situación que nadie quería: 4 puntos de diferencia en contra a falta de un minuto.
Con 28-32, y escasos segundos por jugar, hicimos falta lejos de nuestra zona pero estamos en bonus y Los Robles tiene dos tiros libres. El jugador rival P. Sánchez los anota limpiamente, con una tranquilidad y confianza dignas de mención tratándose de momentos tan cruciales.
28-34 y tiempo muerto del banquillo sorollista. Será Martinez el encargado de jugarse el último balón pero, en lugar de buscar un tiro más factible, se jugó un lanzamiento lejanísimo que apenas rozó el aro, sin tiempo siquiera para un segundo intento.
Ahora se echaban de menos los dos puntos que se reclamaron en el descanso pero no sabemos si hubiesen servido para ser campeones pues ambos equipos estarían entonces empatados tanto en victorias como en la diferencia entre puntos a favor y en contra, y en las bases de competición no consta cómo se desempata en ese caso. Se hubiera demorado el alirón (o la derrota), quien sabe si con un nuevo partido entre ambos o cualquier otra consideración… pero eso, lamentablemente, ya no tiene solución.
En cualquier caso, un temporadón el realizado por los chicos de David Ribera e Isabel Pedraza, que han sabido mantener un gran nivel de juego y compromiso a lo largo de todo un año. Felicidades.