EL ALEVÍN MASC CADA VEZ MÁS CERCA DEL TÍTULO
El equipo, liderado por un sobresaliente Marcos Martínez, se sobrepuso a un partido descontrolado y a una defensa al límite.
LICEO SOROLLA 53– CB POZUELO 32
Elegido como Superpartido de la Jornada, disputado el sábado 3 de marzo en el colegio Retamar, correspondiente a la 2ª jornada de la fase por el título de la liga Alevín masc. de Baloncesto.
Hasta hace poco, en los partidos de Minibasket, era preceptivo que el árbitro cogiera el balón para entregárselo al jugador correspondiente y poder reanudar el juego, tal y como se hace en canasta grande. Ahora ya no es preciso, salvo si se ha pitado una falta, hay tiempo muerto o una sustitución.
Algunos entrenadores ven esta nueva medida muy positiva. Se aligera la duración de los partidos al no tener que pararse el juego cada vez, obliga a los jugadores a ser espabilados en ataque y coger el balón en cuanto salga de banda o de fondo para pillar al rival sin defensas (contraataque), obliga a los defensas a ser espabilados también y bajar a su zona rápidamente (balance defensivo) y el ataque predomina claramente sobre la defensa.
Los entrenadores que defienden esta norma también reconocen, sin embargo, que aumenta el desorden, la precipitación y los errores, e incluso, desde el punto de vista del espectador, creen que se convierte en un deporte más caótico.
Los que no ven con tan buenos ojos esta regla argumentan, además de lo anterior, que el árbitro tiene que ser muy bueno dirigiendo el partido y señalar con claridad quién debe sacar. Y eso, en liga municipal, no abunda…
La norma, desde el punto de vista del ataque tiene claros pros y contras, pero si tenemos en cuenta que el Baloncesto es un juego que se construye desde la defensa, no parece que esta sea una norma muy didáctica. Más bien al contrario.
Si el partido se convierte fácilmente en un correcalles es precisamente por la ausencia de defensa.
Si un jugador puede sacar libremente, a la defensa se le hurta la posibilidad de presionar el saque para que se incurra en la regla de los 5 segundos, por ejemplo. Lo normal, visto lo visto, es que los jugadores no estén colocados en defensa, lleguen tarde o precipitadamente, las faltas aumenten…
En estas edades debería predominar el orden y el conocimiento del juego en su conjunto, pero reglas como esta no lo favorecen en absoluto. Si, además, esa norma desaparece en canasta grande, no tiene mucho sentido desde el punto de vista señalado. Pero todo es cuestión de filosofías.
En los 90, un entrenador NBA llamado Paul Westhead, con su equipo Denver Nuggets, sostuvo la filosofía del “run and gun” (correr y tirar), que desdeñaba casi por completo la defensa. Ante las críticas por recibir tantos puntos en contra, explicaba que no le importaba que le metieran 100 puntos en cada partido pues él jugaba para meter 120. Sus partidos eran espectaculares, especialmente para disfrute de los contrarios, y contribuyó a lograr récords de anotación pero también récords negativos, siendo el peor equipo de la liga las dos temporadas que estuvo en el banquillo. El “correr y tirar” fue, en realidad, “correr y fallar”.
El partido disputado hoy tuvo un poco de todo lo anterior, por la importancia del mismo, los nervios iniciales y por la precipitación generalizada, y sólo cuando uno de los equipos se asentó en defensa y puso sentido en las diferentes fases del juego, sobreponiéndose al “correr y fallar”, el partido quedó sentenciado.
Los chicos de David Ribera e Isabel Pedraza llegaban a este partido habiendo ganado todos los encuentros anteriores con una espectacular racha de 11 victorias consecutivas, mientras que los de CB Pozuelo se presentaban con la necesidad de no descolgarse de la lucha por el título a las primeras de cambio y con ganas de devolver la derrota sufrida en la 1ª fase, lo que sin duda influyó en el desarollo del juego.
1er cuarto (11-9)
El partido comenzó siendo muy rápido, saliendo mejor parado CBP, que se mantuvo por delante del marcador en los primeros compases, si bien sólo aguantaría esa condición cinco minutos, los que tardó un espectacular Marcos Martínez (18 puntos y máximo anotador del partido) en anotar su primer triple y colocar un 7-6 a favor del Sorolla en el marcador.
A partir de ese momento el equipo siempre estuvo por delante pero no lograba dominar el ritmo de juego, que seguía siendo un contraataque permanente. Martínez lanzaba a nuestros aleros, Miguel Cuenca y Diego Arjona, que si bien superaban la defensa rival a base de buenas acciones de dribling y penetraciones, les faltó un poco más de control del balón y de acierto desde la línea de tiros libres. Cuando el juego se paraba un poco, el escolta Alejandro Garmendia (8 puntos) era el encargado de encontrar los huecos defensivos.
2º cuarto (23-19)
El quinteto sorollista, con la presencia del base Carlos Lesmes y el pívot Pablo López (10 puntos cada uno), frenaría un poco el ritmo de juego por las bandas al dotarle de más control desde el base y desde el juego interior, pero no había pausas, el partido seguía descontrolado y a una racha sorollista de 10-0 le siguió otra de 0-6 que mantenía con pulso a los de CBP.
3er cuarto (33-27)
Nuestra defensa empezaría a estar más ordenada que al principio y las marcas estaban más definidas, pero ahora faltaba paciencia y metíamos la mano sin necesidad para hacer faltas bajo el aro con tiro adicional que por suerte el rival no aprovechó.
En ataque nos costaba superar la defensa cada vez más al límite de CBP, especialmente sobre Martínez, pero al centrarse en el jugador con balón descuidó al resto de nuestros atacantes, aprovechándose de ello Garmendia y López para mantener la ventaja.
4º cuarto (53-32)
El equipo salió a por todas y un 11-0 de parcial acabó con toda esperanza en el banquillo rival. La presión sobre el saque de fondo y el juego de pases para superar la dureza defensiva, resultaron ser una combinación definitiva, con un Martínez de nuevo insuperable con 11 puntos en este cuarto.
Tras el partido, Martínez destacaba la labor de todos sus compañeros y nos comentaba que “el partido ha estado bien, nos ha faltado anotar algunas canastas fáciles y en defensa hemos querido robar balones enseguida, pero estamos muy contentos. No hemos perdido todavía en la liga y eso que ahora estamos en el grupo difícil”. Sobre la defensa del equipo contrario sobre él nos decía que “ahora todos los equipos quieren ganar y defiende más fuerte pero yo estoy bien”.
Ribera nos analizaba el partido destacando que “ha habido muchos nervios, precipitación y pérdidas de balón que han facilitado canastas fáciles de ellos pero poco a poco hemos ido imponiendo nuestro juego a base de correr o jugar cuando debíamos”. Ha tenido palabras de elogio hacia todos los chicos pues “han peleado al máximo y se han esforzado todos sin excepción desde el minuto uno. El trabajo diario está dando sus frutos, los chicos quieren más y queremos terminar en lo más alto”.