CRÓNICA 4ª RONDA RAPTORS 2025
Arrancaron los octavos de final de la Copa Colegial en Pozuelo, entre dos criaturas mitológicas, los Raptors contra los Diablos. Cuando uno iba llegando al pabellón, ya escuchaba y se le erizaba la piel del ambiente que había en el pabellón. Estábamos a punto de presenciar un partido que iba a ser una delicatesen para los amantes del buen baloncesto y así alegrar a uno de los colegios esa tarde lluviosa y deprimida que hacía.
El Pabellón del Colegio Liceo Sorolla fue el escenario de un auténtico espectáculo de baloncesto en los octavos de final de la Copa Colegial de Madrid. Los Liceo Sorolla Raptors se impusieron por 90-83 a los Diablos de Isaac Newton en un encuentro vibrante, repleto de emoción y marcado por el juego ofensivo de ambos equipos. Los chicos de Isaac Newton encabezados por un excelso Mario Roales, salieron al partido dispuestos a hacer honor a su pseudónimo de diablos y en escasos 4 minutos hicieron un impresionante 4/4 en tiros desde más allá de la línea de 6,75 metros, pero no sólo el acierto
exterior estaba siendo espectacular, en la lucha de los tableros también se imponían con un 75% de acierto, mientras que los locales estaban en un 43%.
Normal que Mónica del Rio, entrenadora de los Raptors quisiera para este vendaval ofensivo de los diablos. Primer tiempo muerto 6-17 en el marcador, tiempo de realizar los pertinentes ajustes en cada lado. Liceo Sorolla optaría por plantear una zona 3-2 para frenar las acometidas del rival y que su eficiencia de tiro bajara, y aunque uno de los mejores antídotos de atacar ante este tipo de defensa es el lanzamiento de triple, a los locales les funcionó para bajar el acierto a tan solo uno anotado por cinco intentados.

Finalizó el primer cuarto con un tanteo de 12-24 para Newton.
Los chicos del Liceo Sorolla no habían dicho aún su última palabra, y Diego García, a la postre MVP, empezó a imponer su ley debajo de los tableros, empezando a poner las primeras piedrecitas para frenar la sangría convirtiendo dos tiros libres. Robo de Rodrigo y canasta de Andrés Rupérez, y en el siguiente ataque local Alonso
Garrido pondría el 20- 32 en el marcador, dando pie a lo que sería un intercambio de canastas, hasta llegar a un 36-49 al finalizar el segundo acto.
En la segunda mitad, la intensidad no disminuyó. Los Raptors apostaron por un juego rápido y vertical, aprovechando la velocidad de sus exteriores para romper la defensa rival. Mientras tanto, los
Diablos no se quedaron atrás y continuaron sumando puntos con jugadas bien elaboradas.
A partir del segundo periodo apareció la figura de Diego García, MVP del partido con 37 puntos y 35 rebotes. Realizó un partido inolvidable, excelso. Este chico tiene un don para saber situarse bien y coger el rebote.
El último cuarto fue un auténtico duelo de titanes, con ambas aficiones alentando a sus equipos en un ambiente ensordecedor. Con el marcador ajustado, los Raptors lograron un parcial clave en los minutos finales gracias a su efectividad en los tiros libres y a una defensa que, en los momentos decisivos, logró frenar a los Diablos.
Finalmente, el equipo local certificó su pase a la siguiente ronda con un trabajado 90-83.
El partido quedará en la memoria como una oda al baloncesto de ataque, un choque en el que el talento y la entrega fueron los grandes protagonistas. Los Raptors avanzan con la moral por las nubes, mientras que los Diablos se despiden con la cabeza alta tras haber ofrecido un partido digno de octavos de final.
El colegio Estudio espera en unos cuartos de final que prometen ser inolvidables.