por Gustavo Pérez

El deporte base es un deporte formativo, en donde los protagonistas son niños y jóvenes deportistas, cuyo objetivo principal es que el jugador siga siendo jugador al año siguiente.

La idea elemental que debemos tener clara es que los jugadores de estas categorías, sea cuales sean sus cualidades, son niños y adolescentes. Si partimos de aquí, ya tenemos dado el primer paso para hacer bien nuestro trabajo. Un niño lo que quiere constantemente es divertirse y pasarlo bien, y como entrenadores y padres, hay que tenerlo en cuenta y usarlo a nuestro favor. Recordad que se juega al fútbol, se juega al baloncesto, se juega al voleibol

Como ya he dicho, el deporte base es un deporte formativo, en el que no solo se aprende a jugar al deporte en cuestión, sino que además el deporte es un transmisor de valores sociales. Valores como trabajo en equipo, cooperación, liderazgo, disciplina, compromiso, afán de superación, logro, éxito, puntualidad… aunque, el deporte, es un recipiente vacío por sí mismo, no es generador de valores, somos todos (padres, entrenadores, público…), los que le damos forma, un significado, valores. Depende del enfoque que le dé al deporte, esos valores serán positivos o negativos.

Vale, siendo conscientes de todo lo anterior, ¿qué debe hacer un entrenador/padre? Lo primero, poner siempre por encima de todo el aprendizaje. No engañar a los chavales prometiéndolo, cuando lo único que te importa es ganar o perder. Las competiciones no deben ser un fin, sino un medio complementario a las sesiones de entrenamiento. Tenemos que valorar el rendimiento y esfuerzo realizado por encima del resultado.

Un chico que se apunta a algún deporte lo puede hacer por muchos motivos: Para divertirse, para aprender y mejorar, para competir, para mejorar su condición física… pero por el otro lado, el abandono de un deporte viene dado por aburrimiento, por no sentirse competente, tener otras obligaciones (estudios…), no disfrutar jugando, no soportar la presión… Así que nuestro objetivo tiene que ser: hacer que el deporte sea estimulante y gratificante, para evitar así el abandono, cumpliendo con el objetivo del deporte base en la definición que he dado al principio. Seguirá siendo jugador.

En cuanto a la asimilación de conceptos saber qué aspectos son óptimos. El primero es que los jugadores aprenden experimentando, asumiendo iniciativas, cometiendo errores, rectificando… le sigue incluir en el entrenamiento ejercicios que ayuden a comparar, relacionar, recordar…  Debemos tener claro que el error forma parte del deporte. De hecho, es una manera fantástica de aprender, y tenemos que ser capaces de perdonar el error y buscar las mejores solucione. Llegado el momento en el que el deportista necesite ayuda, ahí estemos nosotros para ofrecérsela.

Es importantísimo ser un ejemplo a seguir y ser el primero en cumplir con las normas del equipo y la competición y ser respetuosos con árbitros, padres, compañeros y adversarios.

Para motivar se planifican sesiones de entrenamiento estimulantes y amenas, reforzando positivamente, tratando con respeto y cariño a sus deportistas, teniendo paciencia, disfrutando con nuestro trabajo, preocupándose por qué tal lo ha pasado, no tanto por el cómo han quedado

Este video forma parte de una campaña a favor del respeto en la grada cogiendo frases y situaciones que, por desgracia, son comunes en las gradas y banquillos de categorías inferiores. El Fútbol es quizá el deporte más afectado, pero poco a poco se está salpicando a otros deportes.