Estimados amigos, antiguos socios y antiguos alumnos del Club Deportivo Liceo Sorolla.
El próximo mes de abril nuestro club se viste de gala para celebrar los actos del 30 Aniversario. Parece que fue ayer, pero ya se cumplen 30 años que nacía en la ciudad de Pozuelo de Alarcón un nuevo club deportivo, idea de un grupo de jóvenes amigos, alumnos del colegio Liceo Sorolla, entusiastas del deporte y en especial del Baloncesto, que consideraron que la mejor forma de disfrutar de los ratos libres, consiguiendo un ambiente familiar y notablemente sano, era juntarse en torno al deporte, compitiendo en buena lid y pasarlo bien y fue así, con ese entusiasmo y con la ayuda de algunos profesores, como nació el club deportivo Liceo Sorolla.
Todos ellos se pusieron “manos a la obra», lograron solventar los numerosos problemas y constituyeron el club. Lo inscribieron el día 14 de noviembre de 1988 y el Acta Fundacional fue firmada por los siguientes Socios Fundadores: Miguel Collado, Enrique Ruiz, Antonio de Diego, Antonio Llorente, Ángel Crecente y yo mismo, si bien ellos fueron, sin duda, los grandes impulsores del club.
Por otra parte, considero necesario tener presente la gran importancia que tuvieron infinidad de colaboradores. Me vienen a la cabeza muchos de ellos, unos que participaron desde el principio y otros que fueron incorporándose al club. Sería muy difícil recordar a todos, yo destacaría la gran participación de Luis de Sigmaringa, Daniel Martín, Germán Sañudo, Miguel Anglada (este importante en la incorporación de la sección de Fútbol) y Elías Arguello (entrenador inicial del equipo de baloncesto) que colaboró intensamente. Como digo, serían innumerables las personas destacadas en el funcionamiento del club.
Quisiera también significar, que el club Liceo Sorolla desde fundación recorrió un largo camino, cargado de sacrificios, alegrías y triunfos, pero también de decepciones, de retos y superación constante, de convivencia y trabajo en equipo. No cabe duda que la clave de su éxito, ha sido el esfuerzo, la superación y sobre todo la gran ilusión que pusieron muchos de aquellos jóvenes que han sido el alma y el referente del club.
Siendo de gran notabilidad la cantidad de deportistas, equipos y logros competitivos conseguidos en aquella época, lo más importante no sólo ha sido el deporte, sino también la formación humana y personal de sus jugadores. En todo momento, el club fue consciente de la importancia que tenía trasladar a los jugadores y hacerles vivir, valores fundamentales como el esfuerzo, la superación personal, el compañerismo, la tolerancia, la solidaridad y la ayuda a los demás. Por esta razón, siempre se tenía presente programar excursiones, concentraciones deportivas, actividades solidarias, viajes, que fomentaran esos valores y que han supuesto para el club una transcendencia mucho mayor que la simplemente deportiva.
Son muchos los recuerdos y no quisiera extenderme más, así que amigos todos, espero que nos veamos y recordemos con gran satisfacción aquellos fenomenales años. Saludos y hasta pronto.
Lorenzo Martínez